Los problemas financieros del Barcelona podrían causar problemas este verano en lo que respecta a la gestión del equipo, ya que la factura salarial del primer equipo debe reducirse en 200 millones de euros para cumplir con el tope salarial de LaLiga.
Un área que será motivo de especial preocupación será el mediocampo defensivo, especialmente si el capitán Sergio Busquets decide irse cuando expire su contrato. El jugador de 34 años se encuentra en los últimos meses de su contrato actual y ha expresado interés en mudarse a la MLS.
Si Busquets se fuera, el Barcelona necesitaría reemplazarlo, pero con sus finanzas agotadas, no será fácil. Los agentes libres son la opción más probable, pero están decididos a perder un objetivo anterior.
N’Golo Kante parecía interesado en mudarse al Blaugrana a principios de temporada, pero ahora parece estar listo para firmar una renovación con el Chelsea, según el club. Fabricio Romano.
Ilkay Gundogan también es un objetivo, y podría estar listo para unirse a Barcelona en el verano. Pep Guardiola parecía haber abierto la puerta para que el internacional alemán se vaya en el verano cuando expire su contrato en el Manchester City. Sin embargo, existen dudas sobre su capacidad para jugar como pivote único.
Martin Zubemendi permanece en la lista de preselección del Barcelona, y el entrenador en jefe Xavi Hernández es un gran admirador del jugador de 24 años, quien lo ve como el sucesor a largo plazo de Busquets. Sin embargo, es probable que la Real Sociedad exija una cláusula de rescisión total de 60 millones de euros, que se espera que esté fuera del rango de precios de Barcelona este verano.
Rodri del Manchester City sería el reemplazo ideal para Busquets, y sería un fichaje emocionante si se retirara. Según los informes, el Barcelona está planeando una transferencia de verano, pero nuevamente, con una tarifa esperada de al menos 90 millones de euros, es poco probable que el Barcelona pueda pagarlo a corto plazo.
Quizás una forma sensata para el Barcelona sería considerar un reemplazo a corto plazo para Busquets, con el objetivo de fichar a un excelente jugador joven, como Zubimendi, como sucesor a largo plazo. Gundogan encaja en este molde, pero como tiene poca experiencia jugando como pivote único, es una apuesta arriesgada contar con él en este papel.
Sin duda, es un gran dilema para el Barcelona, y uno que podría evitarse si se puede persuadir a Busquets para que se quede con un salario que ayude a aliviar sus limitaciones financieras. Los funcionarios del club deberían ver esto como una prioridad máxima, con un reemplazo a largo plazo buscado cuando Barcelona esté en una mejor posición financiera.